HALLOWEN
PASA EL PEOR HALLOWEN DE MIEDO
CON TUS AMIGOS O FAMILIARES ESTA NOCHE
SERA LA PEOR NOCHE DE TODA TU VIDA.
PAREADOS DE MI CLASE
Somos Mario, David y Laura. En clase nos han mandado una historia de pareados. Aquí está el nuestro:
Hoy en clase estamos
y a decir pareados vamos.
nunca tiene ganas de hacer nada.
Miguel con su “atletismo”
tiene piernas de ronadinho.
Pablo Yuste es el delegado
y con él debemos estar muy callados.
Alberto el muy cuentista
con su cara de flautista.
Roberto con su baloncesto
está siempre muy contento.
África con coleta
no para de montar en bicicleta.
Víctor aunque pecas tiene
nunca se detiene.
Matías siempre está hablando,
aunque sea una mentira de Alejandro.
pero nunca está estresado.
Antonio rubio es
como cuando el sol me da en los pies.
Hablemos de Alejandro,
que es mi amigo imitando.
A Carmen le dan ganas
de mirar por la ventana.
DESCRIBIENDO UN ALMEZ
Las hojas son simples, de color verde oscuro y por la otra cara verde claro. El borde es aserrado, la forma ovalada-lanceolada, son alternas y caducas.
Su fruto es redondo, como un guisante, al principio es de color verde, después amarillo, luego rojizo y por último negro. Es comestible y tiene un sabor dulzón. El fruto es una drupa.
Natalia, Rocío, Eduardo, Oscar, Andrea G., Andrea R.,Iván, Ernesto D. y Antonio. Alumnos de 6º.
En situaciones normales, es decir, mientras estamos en casa, comemos, escuchamos música, etc., nuestro pulso debe ser de unas 90 pulsaciones por minuto. Sin embargo si nos ponemos a correr, subirá a unas 190 pulsaciones. Si está en este número o una cifra más baja, podemos seguir. En cambio, si sube de esta cifra, nuestro cuerpo quiere decirnos que tenemos que descansar un poco. Después del descanso, si respiramos correctamente y tan solo andamos despacio, nuestro pulso debe bajar a la cifra normal en unos minutos.
-¿COMO NOS TOMAMOS EL PULSO?
Para tomárnoslo, debemos poner los dedos en la muñeca, el la zona lateral del cuello o si no, directamente en el lado izquierdo del pecho. IMPORTANTE. Los dedos deben de ser el índice y el corazón. El pulgar no puede ser nunca, ya que tiene pulso propio y al tomárnoslo podríamos confundirlo uno con otro.
Una vez nos encontremos el pulso, hay varias formas, pero la más sencilla es contarte las pulsaciones durante seis segundos y después añadirle un cero a lo que te haya salido.
Por Noé Duarte